jueves, 10 de septiembre de 2009

RECORTE EN EL GASTO MILITAR, CRECIMIENTO EN EL GASTO SOCIAL

Por: Aline García, Chendil Venkataraman y Paulina Cenoz.


Bienestar o guerra, gasto militar o gasto social, recita el nombre de uno de los talleres en la coyuntura de la 62ª Conferencia anual del Departamento de Información Pública y Organismos No Gubernamentales, que tuvo lugar en la Sala Benito Juárez en la Secretaria de Relaciones Exteriores.

El tema principal del taller fue el de las prioridades del gasto gubernamental.

Los ponentes, Frida Berrigan de Arms and Security Initiative from the New American Foundation, Allison Pytlak de Religions for Peace, Alfredo Lubang de Nonviolence International South-East Asia y Tomas Magnusson del International Peace Bureau, puntualizaron la preferencia de los lideres internacionales por el gasto militar sobre el gasto social.

Magnusson afirmó que el gasto militar no sólo abarca costos financieros, sino morales y políticos, por lo que en cuanto al gasto financiero que conlleva podría transferirse a causas como el calentamiento global o la actual crisis financiera.

Por su parte, Frida Berrigan explicó que el gasto militar en el mundo está en aumento, específicamente el estadounidense que representa el cincuenta por ciento de este incremento mundial.

La ponente hizo referencia al título de la conferencia al afirmar que para los estadounidenses el gasto militar equivale a gasto social, es decir el gasto social traducido a seguridad nacional. Siguiendo la misma línea, Frida comparó el gasto militar con la creación de plazas de trabajo, ‘mil millones de dólares representan ocho mil plazas en el área militar que bien podrían traducirse en ochenta mil plazas en el área de salud o setenta mil plazas en el área educacional’.

Lubang comenzó con una anécdota sobre su lugar de origen, Filipinas, donde la armas, como factor prioritario del gasto gubernamental, para la población representan una cifra que bien podría cubrir sus gastos básicos en educación y alimentación.

Alfredo Lubang, remarcaba que el abultado gasto militar evidencia una crisis en las democracias pues los representantes electos autorizan ese gasto que el pueblo individualmente no aprobaría y todo esto a razón de la corrupción.

La última ponencia, a cargo de la Srita. Pytlak, se enfocó en la destrucción que acarrea el uso y creación de armas de guerra. Leyó un testimonio de una victima de minas antipersonales cuya conclusión enmarcaba los límites y obstáculos que las armas representan al desarrollo económico y social de un país.

En la sesión de preguntas y respuestas se enfatizó que cualquier asunto militar es un problema de largo plazo por lo que requiere soluciones a largo plazo sustentadas en las demandas de la sociedad civil.

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