jueves, 10 de septiembre de 2009

LA MUJER, EL DESARME, Y EL CONTROL DE ARMAS EN TIEMPO DE CRISIS FINANCIERA.

Mujeres y hombres feministas, luchando por la paz, la equidad, y la justicia.
Por Ana Silveyra
La conferencia “La mujer, el desarme, y el control de armas en tiempo de crisis financiera”, que se llevó a cabo como taller de apoyo para la 62 Conferencia para la Paz y el Desarrollo: ¡Desarme ahora! Centró su atención en la iguladad de géneros y el desarme.
La plática se llevó a cabo en el ex templo Corpus Christi, que se vio ocupado por personas de distintos países, edades y religiones.
“Debemos unir los temas de paz, desarme, derechos de la mujer, y migración, para que no sean empleados uno contra otro”, afirmó Frank Goldsmith, representante de la Federación Sindical Mundial en las Naciones Unidas.
En el negocio armamentístico se gastan millones de dólares cada año ($1.5 en E.U.A.), pero también produce grandes ganancias (2.4% del PIB de E.U.A. en 2008). Este derroche monetario en armas, ayudó a que se desarrollara un déficit presupuestario, que llevó a una crisis económica, puesto que todo está relacionado.
“Si hay armas es porque existen países portadores, creadores, y consumidores”, dijo Marlene Acosta, miembro de la Unión Nacional de Mujeres Mexicanas. No se puede pedir desarme, cuando se está en guerra. Debe haber una congruencia. Marlene insistió que para lograr el desarme, se requiere primero tener un pensamiento complejo, para que veamos la seriedad del asunto y trabajemos hacia un “desarrollo humano sustentable”.
Acosta propuso que para lograr el desarme se debe promover una cultura de la paz, progresar siguiendo un pensamiento crítico, repensar el desarrollo (no confundir autonomía con individualismo), y hacer una reinvención del futuro en defensa de las mujeres. “Nos encontramos en una encrucijada entre la vida y la muerte; y debemos escoger”, concluyó.
La plática prosiguió con Delia Selene de Dios, miembro de la Federación Democrática de las Mujeres. “La guerra es anticonstitucional, y no podemos dejar de contemplar los horrores y repercusiones de ésta”. Delia apuntó que dichas repercusiones son más fuertes en las mujeres pues, “la economía favorece al militarismo sobre su salud”.
Ella propone que mujeres y hombres feministas (pues los hombres también deben serlo) trabajen juntos por la equidad y la paz y con ello respetar la dignidad del ser humano.
Al concluir, la palabra pasó al público, que se mostró entusiasta con el tema de la conferencia. “El cambio dependerá de nosotros, y sólo de nosotros”, comentó Antoine Toisse, que vino desde Canadá a la conferencia.

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